Misantla, un tesoro escondido en la sierra veracruzana


Podría jurar que uno puede adivinar que ya va a llegar a Misantla solo por el olor.
La carretera huele a café, a leña, a vegetación, huele a hospitalidad.

Por: Pilar Roux @aguilarpilar76
Fotos: Gabriel Roux @gaberoux

Ahí, en un punto en medio de la sierra veracruzana entre Xalapa y Martínez de la Torre, a escasos 390 kilómetros de la Ciudad de México se encuentra Misantla, un pequeño poblado que tiene más de 450 años de historia y que ensambla corazón, gastronomía e historia en cada uno de sus rincones. 

Corazón 

No hace falta pasar mucho tiempo en Misantla para descubrir que su gente es el activo más importante de la región, los misantecos son carismáticos, entregados, orgullosos de su lugar y su origen, sienten un singular placer por hacerte sentir especial y bien recibido.

Después de platicar unos momentos con un misanteco te encontrarás de repente con un plato de comida que sacarán de su casa para que pruebes o de plano te querrán regalar una papaya de su árbol, la más grande y hermosa. 

Así son ellos, te abren las puertas de su hogar solo para enseñarte cómo hacen el helado que venden sin cobrarte un centavo, se enseñarán cómo preparan la longaniza o te meterán a su taller de madera para mostrarte con el pecho lleno de orgullo el arte de crear piezas únicas con cedro, y te aseguro que sacarán de su nevera la cerveza artesanal que hacen en el lugar solo para ver tu cara de satisfacción al dar el primer sorbo.

La gente de Misantla lo trae en la sangre, su hospitalidad es generacional, no por nada fueron uno de los pocos poblados que enviaron delegados para conocer a Hernán Cortes al escuchar de su existencia para darle a conocer los bastos productos que su tierra daba.

Es así como la gente de Misantla te recibe, siempre con su característica sonrisa jarocha, con la idea en mente de quererte regalar con un corazón orgulloso, un pequeño trozo de su día, de su cocina y de su historia. 

Gastronomía 

La comida de Misantla es un embrujo para el alma, no importa que llegará en el siguiente plato, será una explosión de sabor, de textura y de sus antepasados.  

Su característica principal pareciera básica pues está basada en maíz y el frijol, pero la sorprendente mezcla de estos elementos con productos nativos te hará vivir una experiencia que en ningún otro punto del planeta podrás encontrar.

El platillo más reconocido y especial de Misantla es La Empapatada, un guiso ancestral creado por la comunidad jornalera para llevar alimento al campesino, está hecha con ingredientes que se obtienen de la misma milpa: tortilla, frijol, salsa verde o roja y huevo, con el paso de los años agregaron longaniza y carne, todo esto envuelto en una hoja típica de la región que se llama Patata y que les da a los alimentos un sabor único y típico de la sierra.

El acercamiento para describir al sabor de la Empapatada puede que sea imposible, sin embargo, la única palabra que podría desmenuzar un poco su sabor sería “exquisito” y aun así se queda una injusticia tremenda sobre lo que en realidad es probar este manjar veracruzano.

Misantla tiene un enorme abanico de sabores y colores en su gastronomía, tiene desde comida prehispánica hasta tacos de carne enchilada, pero otro de sus orgullos, de sus premiados y reconocidos alimentos es, su pan. 

Es un pan que espera el tiempo exacto para ser tocado, el momento justo para entrar en el fuego y la solemnidad de mezclar los ingredientes con el peso exacto de cada elemento.

El pan misanteco tiene historia, no es un pan improvisado hecho por cualquier panadero, su pan es creado por manos expertas llenas de cariño y amor a la masa, es un pan que deja en la boca sabor a leña y paredes ahumadas, a mujeres panaderas con el cabello envuelto en paliacate y niñas que cantan mientras sus papas prenden el horno.

El embrujo está hecho después de ir a Misantla, nadie más nunca podrá quitarte el sabor que deja en ti cada uno de sus platillos.

Historia 

Por si fuera poco, además de su gente y su comida, Misantla tiene un elemento más que lo destaca de entre todos los lugares que has conocido antes: Paxil.

Paxil es un conjunto de ruinas prehispánicas que se localiza a las afueras de Misantla, y destacan dos cosas importantes de esta zona, su amplia extensión parecida a la del Tajín y lo más significativo, su mención en el legendario libro maya el Popol Vuh.

El Popol Vuh hace referencia a un lugar paradisiaco denominado Paxil que significa “tierra fértil” o “paraíso terrenal”. A este especifico lugar le da uno de los atributos más importantes de la historia de nuestro país, lo denomina ni más ni menos como la cuna del maíz, así es, de la base de nuestra alimentación y de nuestro origen.

“De Paxil y de Cayalá, como se le llama, de allí vinieron las mazorcas amarillas y blancas[…] las mazorcas amarillas y de las mazorcas blancas, las que se encontraban en Paxil”. Popol Vuh 

Y si, existe. Y a pesar de no estar trabajada por el INAH, Paxil es una zona colmada de construcciones sorprendentes cubiertas de arbustos silvestres, el principal, por ejemplo, ubica en su centro un túnel en donde los rayos del sol apenas y encuentran lugar, al que puedes acceder para subir a la pirámide por una escalinata de 21 peldaños reducidos llenos de maleza y vegetación; si observas bien, aun se pueden observar en él restos de estuco y pigmentos rojo y azul.

Descubierta en 1930, es considerado (de acuerdo al INAH) una importante urbe totonaca que floreció entre los años 450 y 1500 D.C. Es tan extenso que se presume tiene más de 577 edificios, sin embargo, solo 11 han sido apenas excavados.

Cerrar los ojos en ese lugar y dejar que el silencio llegue te permitirá conectarte con el mundo que ahí habita, con el viento, con las aves, con la historia y con nuestros antepasados. Entras a él por pequeños caminos y veredas y si pones atención, te darás cuenta del crecimiento de algunos maizales, probablemente guardianes de la historia que no quieren soltar su origen.

La actual administración del municipio de Misantla está haciendo esfuerzos nunca antes vistos para atraer al turismo, hoy puedes recorrer sus tierras con un plan muy bien organizado y trazado para conocer los puntos más importantes y degustar los platillos en los lugares que tienen reconocimiento local. 

Puedes armar tu tour con hotel incluido a través de https://www.facebook.com/venamisantla/.

Al final del viaje te darás cuenta que visitaste uno de los lugares que aún son un tesoro del país por su escondido lugar y sus orígenes y te aseguro, que, a tu regreso, recordarás su corazón y gastronomía por la historia que dejará en ti.