Marco Antonio Gutiérrez Alvarez del Castillo
Participa con esta fotografía en la edición 2024 del concurso nacional de fotografía #Mexicoenunaimagen , la mirada de los fotógrafos nos lleva a recorrer los colores y texturas que vemos todos los días en nuestro país, agradecemos a los participantes y a quienes apoyan su talento y su visión de México.
Un vaso de pulque lleva un proceso de diez años aproximadamente para que llegue a casas, pulquerías y puntos de venta en general. Milpa Alta es uno de los principales productores de pulque en la Ciudad de México, una bebida ancestral que, a principios del siglo XX, con la llegada de la cerveza y el vino a la capital, perdió popularidad. Sin embargo, personas como Fernando y su familia, quienes se dedican actualmente a la producción de pulque en Santa Ana Tlacotenco, hacen un esfuerzo monumental por conservar esta tradición cultural mexicana, que, cabe destacar, se mantiene de manera ancestral y artesanal desde el antiguo México hasta la fecha. Un tlachiquero, como Fernando o su esposa Porfiria, se encarga de la extracción del aguamiel y es la persona que permite que el pulque pueda existir. Se tiene que capar el maguey (quitarle el corazón) y dejarlo reposar en la planta tres meses para obtener aguamiel. Después, pasa por un proceso de fermentado en barricas para así obtener el bendito pulque. Tal como lo hace Fernando dentro de su casa, donde tiene su pequeña fábrica de producción con diferentes variedades de pulque. La planta tarda muchos años en desarrollarse y estar lista para la extracción del aguamiel; mientras tanto, ayuda al medio ambiente generando lluvias y contribuyendo a su ecosistema. Una vez desarrollado, el pulque suma muchos beneficios para el ser humano y promueve el comercio y la agricultura. Así lo hace la familia de Fernando en “Pulques Los Fernandos”, quienes en el Acopio de Milpa Alta venden en garrafas y botellas plásticas la cantidad que se necesite de esta bebida. Mayahuel es la diosa del maguey, a quien se le daba la distinción de ser la única deidad que podía tomar la bebida junto a los humanos. Es por eso que Fernando, antes de comenzar a raspar, se encomienda a ella con respeto para tener una buena producción, ya que no siempre son procesos de producción perfectos. Por ejemplo, los tlacuaches pueden robar el aguamiel, de ahí el dicho mexicano “andas como tlacuache”, ya que al robar este líquido de la planta sufren los efectos de la savia, como un borracho. El pulque es de México y de los mexicanos, y afortunadamente, poco a poco está recuperando terreno en las generaciones nuevas y no tan nuevas. Esta bebida, gracias a sus connotaciones históricas y culturales, ha sobrevivido al paso de los años, así como a este pequeño grupo en la comunidad de Milpa Alta que produce en sus tierras el maguey para obtener pulque. / #pulque #México #tradiciones #bebidas #MilpaAlta
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