Tiburón Mako: Torpedo con Dientes
Por Jorge de la Madrid Corona
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El tiburón Mako (Isurus oxyrinchus) es uno de los tiburones pelágicos más conocidos, habita principalmente en el Océano Pacífico, Atlántico, Índico, Mar Mediterráneo y Mar Rojo, navega las aguas permaneciendo desde la superficie hasta los 500 metros de profundidad y debido a que tiene la capacidad de regular su temperatura habita en aguas frías con temperaturas entre los 7 y 20 grados centígrados.
Su imagen en de un tiburón agresivo, con grandes ojos negros y una mandíbula repleta de grandes dientes cónicos y puntiagudos que sobresalen del hocico, pertenece a la misma familia que el Gran Tiburón Blanco, lo cual es evidente, podemos decir que se parece a uno pero de menor tamaño. Su cuerpo es fuerte, robusto y muy hidrodinámico, un Mako adulto suele medir entre 3 y 4 metros con hasta 200 kg de peso.
Realmente es una de las especies de tiburón más desarrolladas, con sentidos sumamente agudos que los convierten en excelentes depredadores, incluso se alimentan de otros tiburones como el martillo y el azul.
Su principal virtud: Velocidad pura
Recientemente se comprobó que es el animal más rápido del océano, pudiendo alcanzar los 124 km/hr, velocidad incluso mayor que la del pez vela y que la del Guepardo o Chita, en efecto en el reino animal solo hay ciertas aves más veloces que él.
Su secreto radica en su perfecta hidrodinámica, una potente masa muscular, que se triplica gracias a que regulan su propia temperatura y una aleta caudal en forma de media luna que le permite arrancar muy rápido, podríamos decir que tienen turbo incluido.
¿Dónde podemos encontrarlo?
Si bien es cierto que su distribución es muy amplia, existen 5 lugares en el planeta en donde su congregación es mayor: Ciudad del Cabo (Sudáfrica), San Diego (Estados Unidos de América), Rhode Island (Estados Unidos), Islas Azores (Portugal) y recientemente Baja California (México); así es México se encuentra entre uno de los mejores lugares del mundo para observar a este espectacular animal.
El reto y el anhelo
Como amante de la naturaleza y muy en especial de los tiburones, en el 2015 decidí buscar a uno de los grandes tiburones que me faltaba admirar y fotografiar, el potente tiburón Mako. La primera experiencia fue frustrante, pasé 3 días completos en altamar en San Diego y no tuvimos ni cerca un tiburón.
Un par de años después, debido a que se empezó a tener noticias de que en Los Cabos existían buenas oportunidades para observarlo, decidí intentarlo y al segundo día apreció uno, se veía entusiasmado y a los pocos segundos que entramos en el agua, se atoró en el cabo de seguridad, pobre animal lo liberamos y se fue velozmente sumamente asustado. A principios de este año volví a los Cabos y otra vez fueron 3 días de frustración, así es la naturaleza.
Buceo libre con tiburón Mako
Dado mi anhelo de interactuar con ellos, decidí regresar a finales de marzo, la cual es la mejor temporada para verlos, para ello recomiendo intentarlo con el primer operador que se dio a la tarea de identificar lugares en donde se puede nadar con estos tiburones, cabosharkdiving, empresa encabezada por el biólogo Jacob Brunetti pionero de esta actividad, italiano de nacimiento, con amplia experiencia a nivel mundial en buceo con tiburones y que ha desarrollado una técnica de chumming (término utilizado en el manejo de carnada) eficaz para atraer tiburones de forma segura.
Al segundo día de actividad comenzamos a tirar carnada al mar, atada de varios cabos y haciendo un rastro de sangre y viseras, con la esperanza de que un tiburón encontrara el rastro y al final del camino nos encontrara a nosotros.
Por fin, después de dos horas de espera, se escucha el grito ¡tiburón!, para mi alegría era un Mako, así que a entrar al agua rápidamente sin hacer mucho ruido con la idea de no asustarlo. Se tiene la idea que esta especie es peligrosa para el ser humano, que a buzos y náufragos flotando en el agua, les nadan en círculos y terminan atacándolos, lo que realmente pasa es que, si se está mucho tiempo con ellos, se interesan en nosotros y pueden llegar a dar una mordida exploratoria para ver si somos parte de su dieta, lo cual definitivamente no es así.
En cuanto entré al agua, pude darme cuenta de lo imponente que es, nada tranquilamente hasta que decide morder la carnada, entonces te das cuenta de su velocidad y potencia, sus ojos negro profundo y sus dientes afilados que salen de sus mandíbulas, hacen que sientas un gran respeto; en ningún momento sientes que te está cazando, pero no es una especie que te invite a interactuar de cerca.
Tuve la fortuna de estar observándolo por 1 hora, dando vueltas, comiendo, explorándonos, incluso en una ocasión pude acariciarlo, lo cual, a diferencia de otras especies, no le agradó en lo más mínimo, coleteo con gran fuerza y se alejó de mí en fracción de segundos, me llamó la atención que el animal es puro músculo, sumamente fuerte y poderoso.
¿Especie amenazada?
Al ser un animal que habita en mar abierto, resulta muy difícil estimar el número de especímenes que existen. Sin embargo, la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN) lo incluyó en su lista roja de especies amenazadas, lo anterior debido a que, al habitar en aguas poco vigiladas, son una presa ideal para los pescadores que buscan tiburones por sus aletas, para el famoso y poco entendible platillo asiático de sopa de aleta de tiburón.
Hay que reconocer la labor que realiza Jacob y su equipo, ya que han enseñado a pescadores que un tiburón vivo, vale mucho más que un tiburón muerto, además el costo de la actividad de nado con tiburones es bastante accesible, atrayendo desde buzos experimentados hasta personas que nunca han visto a un tiburón, creando conciencia en cientos de personas de lo vital de éstos en el ecosistema marino.
Es muy triste darse cuenta que hace 20 años el ver tiburones Mako en México y otros países era realmente sencillo, hoy en día es muy difícil, requiere de mucho trabajo y de mucha suerte.
Misión cumplida
Después de tantas horas e intentos, todo valió la pena, logré el objetivo, fotografiar y sobretodo convivir e interactuar con el robusto, veloz, enigmático e intenso tiburón Mako. Agradezco a la vida por esta oportunidad y gracias a cabosharkdiving, a Jacobo, a Benjamín y al Cata por ayudarme a cumplir un gran sueño.
Me siento optimista de que cada vez más personas interactúen con ellos, de que se pase la voz de que son animales hermosos, que no corremos riesgo y que pronto, en nuestros mares existan más y más tiburones Mako.