Galápagos

EMMA LOZANO PHOTOGRAPHER
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Luego de tres vuelos para ir desde la Ciudad de México a Baltra, Ecuador —con una breve parada en Quito para conocer apresuradamente la ciudad—, decidimos quedarnos en el Wyndham Quito Airport, un hotel relativamente nuevo que cobra cinco dólares por el traslado desde el aeropuerto, además de ser el más cercano.

Ya en las islas Galápagos pienso “¡vientos! Estamos listos, que comience ahora si la aventura en uno de los mejores lugares del mundo para bucear”. Pertenecientes a Ecuador, desde 1978 las islas forman parte del Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO. Se trata de un conjunto de trece islas grandes, seis medianas y doscientos quince islotes, aparte de rocas y montículos de arena. En conjunto, todas suman una superficie de más de ocho mil kilómetros cuadrados que forman el Parque Nacional Galápagos. Debido a la cantidad de especies endémicas que habitan esta región es un lugar único y especial.

Además del buceo, las islas Galápagos son uno de los mejores sitios del planeta para observar la vida pelágica; son el refugio de incontables especies de animales dentro y fuera del agua. En la actualidad, aunque las islas son un área protegida, la modernización y la pesca desmedida amenazan las especies que en ellas habitan. El deterioro que han sufrido a lo largo de los últimos años es evidente. Las especies de tiburones que durante siglos han habitado estas aguas hoy en día se encuentran reducidas casi en un 90% del número de ejemplares que había hace cien años. De ahí la importancia de la fotografía que sirve como un medio para documentar los cambios que ha sufrido y que seguirá teniendo la zona con el paso del tiempo.

GALAPAGOS_emma lozano_nikon_fotografa mexicana_ 1-100 sec at f - 6.3_17 mm_NIKON D800_14.0-24.0 mm f-2.8_1-2

Sumergidos en el agua, es increíble poder mirar tantos tiburones juntos. A once grados centígrados bajo el agua los pies se adormecen por completo y lo único que deseas es un baño de tina con agua caliente, pero todo eso se olvida porque estás a la espera de que se acerque un pez, de que la naturaleza te sorprenda con una escena para conservar en la memoria. En esta ocasión pudimos ver un tiburón ballena de aproximadamente doce metros de largo, además de cientos de tiburones martillo que cruzaban frente a nuestros ojos, águilas de mar junto a galápagos merodeadores y tiburones sedosos, tortugas, delfines e incluso el Mola mola, el pez óseo más pesado del mundo.

Las corrientes en el archipiélago de las Galápagos son bastante fuertes. El desafío no es sencillo y es necesario bucear siempre con responsabilidad y la preparación adecuada. Es inevitable sentir una gran emoción y adrenalina al estar bajo estas aguas, no siempre suficientemente claras, pero parte de la aventura es descubrir y enamorarte de lo que puedas tener a tu paso.

No siempre he sido la prudente del buceo y me toca contar las anécdotas chuscas, como cuando en medio de una corriente brutal una aleta se me atoró entre las rocas, y tuve que sujetarme de un compañero como rémora para remolcarme y seguir avanzando. O como cuando fotografié al Mola mola termine botada en superficie y al regresar nuevamente con el grupo, me di cuenta que uno de mis estrobos se había inundado y se había botado la tapa. Son gajes del oficio que hacen que el aprendizaje sea mayor en cada viaje. Cada momento se convierte en experiencias y anécdotas, que tan solo de pensarlas vuelvo a recordar las risas, las pláticas, los problemas y el intenso frío, así como lo bien que la pasamos y lo mucho que valió la pena.

GALAPAGOS_emma lozano_nikon_fotografa mexicana_ 1-100 sec at f - 9.0_24 mm_NIKON D800_14.0-24.0 mm f-2.8_6

EQUIPO PARA LAS  FOTOS
Nikon D800
AF-S NIKKOR 14-24mm F2.8G ED
Housing – Aquatica Digital
Estrobos – Sea and Sea YS D1